domingo, 22 de septiembre de 2013

Tokyo, Dia 4

¡Qué rápido están pasando los días! Una pena.

Hoy domingo era un día muy intenso. Hemos dormido bastante (hasta las 10,30) porque ayer, con la tontería de Domingo´s y las fiestas del barrio (y las cervecitas), nos acostamos tarde.

Hemos ido a Odaiba, una isla artificial, ganada al mar, sobre la que se ha construido una barbaridad de centros comerciales, museos, una noria y atracciones diversas. Todo lo necesario para no aburrirse. Primero hemos recorrido, en el tren que te acerca hasta allí, la isla completa para ver qué se cocía y hemos alucinado: edificios impresionantes, grandes parques, una réplica de la estatua de la libertad, un par de playas, un spa...







De casualidad nos hemos encontrado en un parking con una concentración o exposición de coche tuneados pintados con motivos de anime, como todo aquí, por una simpáticas chiquillas que cantan y bailan sobre un escenario. No hemos entrado porque cobraban la entrada, algo cara, y hemos pensado que no nos merecía la pena, que desde la valla de fuera se veía bien.







La primera parada en Odaiba ha sido Gundam Front Tokyo, una atracción sobre robots gigantes de una serie de anime de los 80. Fueras tienen una maqueta a "tamaño real", que a ciertas horas mueve la cabeza y hecha humo.




Sergio ha entrado a la atracción donde había maquetas gigantes, diversos bocetos de la serie y una película donde contaban la evolución de la series desde 1979 hasta nuestros días (de la que no se ha enterado de nada pero le ha encantado).






... y yo mientras me he quedado en el centro comercial cercano dando una vueltecita. je je.

También en Odaiba hemos visto cosplay, chicos y chicas que se reúnen, sobre todo los domingos, en parques, se disfrazan de sus series favoritas y, según hemos visto, se hacen fotos con poses parecidas al manga. Muy curioso. Hemos intentado hacerles fotos pero un chaval con un brazalete de "staff" nos lo ha prohibido. Hemos preguntado a los disfrazados, pero tampoco. No sabemos muy bien porqué, tal vez no quieren ser molestados o tienen algún tipo de derecho reservado. Esta foto es robada.



De ahí, ya a las 4 de la tarde, y sin haber comido (tenemos un horario desastroso de comidas) hemos ido a Harajuku, otra zona en la que se suelen reunir los domingos grupos de amigos para disfrazarte. Hemos ido a una calle superrecomendada por mis guías, pero ha sido un poco decepcionante: mucho turista, poco cosplay, tiendas extravagantes, y mucha gente, otra vez.


Como ya anochecía nos hemos vuelto al hotel, dando antes una vueltecita por nuestro barrio y alrededores y viendo un par de procesiones mas como las de ayer. Celebran una  Matsuri (que es como se llaman los festivales sintoistas) en Septiembre.





Después un descansito en el hotel. Hemos bajado a cenar a las fiestas de barrio (continuación de ayer) pero casi nos quedamos sin nada, porque a las 9.30 ya estaban cerrando todos los chiringos. Aun así, patata asada, tallarines fritos con verduras y salsa de soja, y un plátano en un palo mojado en chocolate y con virutas de caramelo. Una cervecita en Domingo´s y para casa, que mañana nos vamos a un Onsen (casa típica japonesa con spa) en las montañas, a relajarnos un poquito. Así que mañana no habrá blog.

sábado, 21 de septiembre de 2013

Tokyo, Dia 3

Hola otra vez :-)

Hoy nos ha tocado algo mas de friquismo. Por la mañana hemos ido al Mueso Ghibli (se pronunicia, Yibri), productora de muchas películas de anime. La entrada la compramos desde España (así somos) en una agencia de viajes especializada. El museo estaba como en una casa antigua, creada para la ocasión y te enseñaba cómo se hace una película de animación. Muy didáctico y lleno de niños. No dejaban hacer fotos dentro, para desgracia de mi compañero, pero algo hemos podido sacar.




Aquí estoy yo con "Mi vecino Totoro". El simbolo de la victoría es lo que hacen las japonesas cuando posan para una foto y yo me mimetizo siempre con el ambiente.

Despues del museo hemos ido a Akihabara, barrio electrónico. Además de un montón de tiendas de anime y cosas electrónicas, en este barrio se encuentran los Maidcafe. Las camareras de estas alegres cafeterías son joviales jovencitas vestidas de sirvientas. Puede parece un poco humillante, pero realmente lo que se pretende es transportarte a un mundo de anime, rosa, cursi y divertido. Hemos comido y bebido algo mientras las camareras reian y cantaban a nuestro lado. Toda una experiencia. ¡Moe, moe!

De camino a nuestro descanso al hotel, cerca hemos visto una procesión sintoista que pasaba.



Llevaban un altar al son de un cántico. Los de atrás empujaban, pero los de delante frenaba, según nos han contado, para no llegar al templo. La recepcionista de nuestro hotel nos ha contado que lo hacen todos los años. Ya por la noche nos hemos acercado a ver qué se cocía y nos hemos encontrado con un montón de chiringuitos de comida, juegos, una cantante japonesa... un espectáculo. Nos ha encantado. Si mañana tenemos tiempo volveremos porque nos han quedado puestos por probar.












Por cierto, he pillado 3 peces antes de que se me rompiese la red de papel... je je.


Para terminar la noche hemos terminado en un bar en frente del santuario llamado "Domingo´s" donde nos han tratado de lujo. Sergio ya lo ha apuntado como su bar de referencia en Tokyo. Por aportaros algo mas el Barman, un chico muy majo, nos ha deleitado con su arte en el recorte del papel


Tokyo, dia 2

Hoy tengo mucho que contaros... y llevo un par de cervezas de mas. je je

¡Ayer! Dormimos algo mas de lo espeado pero llegamos a tiempo de ver qué se cocía en la lonja de pescado (y frutas y verduras). A la subasta de atún (a las 8h) ya no dejan asistir a turistas, porque al parecer somos un poco engorrosos, pero fuimos más tarde. A la entrada un señor te da un panfleto con el mapa del mercado y las áreas a las que no puedes entrar. Tiene muchas tiendecillas de utensilios de cocina, libros, frutas, restaurante de sashimi... y si sigues, están todos los comerciantes lavando y empaquetando su mercancía. Es curioso, pero poco mas.

Despúes intentamos entrar en un parque-jardín cerca pero cobraban la entrada y decidimos que no nos merecía la pena, así que proseguimos hasta Guinza, el barrio pijo. Es un tipo calle Serrano. Sergio había propuesto no andar mucho así que cogimos el metro, pero entre que subes, bajas, vas, vienes y vuelves a subir, al final andamos mas de lo previsto.En el barrio de Ginza te encuentras tiendas de Dior, Armany, Seiko..




Despues nos adentramos en el Museo Nacional de Tokyo. Había arte relativo a China, Tailandia, Japón, entre otros.... Aquí os dejo alguna representación:







Según mis guías, en septiembre cerraban a las 6, pero a las 5 empezó a sonar una musiquilla por todas las salas y una señorito empezó a echarnos. Sergio pensó que alguien había hecho una foto con flash (prohibido) y yo pensé que nos echaban porque había un terremoto (en todos los museos hay sismógráfos y creo que estoy un poco obsesionada). Pero no era nada de eso. Cerraban a las 5 :-( . Así que se nos quedó la mitad sin ver. De ahí directos al hotel.

Trás descansar un rato y decidimos explorar nuestro barrio y buscar una sala de conciertos que Sergio había visto por internet y que estaba bien. Dimos varias vueltas y nos perdimos un poco pero la encontramos. Llegamos a las 10 y resulta que cerraban en 30 minutos para reanudarse, de nuevo, a las 11.30, así que decidimos que... que nos íbamos a un irlandés a tomar la última (o la primera, en nuestor caso). A las 12 caminata hacía el hotel.





viernes, 20 de septiembre de 2013

Tokyo, Dia 1

Hoy ha sido un día tranquilo. Nos hemos levantado prontito y nos hemos ido a la estación de Kyoto para coger el Shinkansen a Tokyo. Para ello hemos activado por fin el Japan Rail (JR) Pass que llevabamos guardadito en la maleta. Si no lo habeis visto nunca, es una trozo de cartón doblado que tiene mas o menos el tamaño de un pasaporte, con un ticket de tren pegado a él.  Para utilizarlo tienes que ir enseñandolo cada vez que entras y sales de una estación de tren. El proceso de activación parece un proceso burocratico como los de Futurama: nos han sellado 3 papeles y hemos tenido que firmar dos veces. Con lo avanzado que están en tantas cosas, aquí ya se les podía haber ocurrido un sistema más rápido y un soporte menos engorroso.

Una vez con nuestro billetito del shinkansen,  hemos cogido el Hikari que es tren que nos permite el JR Pass. Durante el viaje Esther ha estado haciendo una lista con las cosas que teníamos que preguntar en la oficina de turismo al llegar a Tokyo y yo me he dedicado a leer Beck, que es el manga que me he traido a Japón. Creo que ha muchos os he hablado de este manga porque es uno de mis favoritos,  si no el favorito. La verdad llevo varios dias durmiendo poco por su culpa ya que me tiene enganchado y lo peor es que lo estoy releyendo.

Al llegar a Tokyo por fin hemos sentido la sensación de gran urbe que no nos había ocurrido con Osaka ni con Kyoto. El bullicio de la gente por la estación es enorme. Nos ha costado un ratito hacernos con el camino que ibamos a realizar.  Queríamos ir a una oficina de información pero no sabiamos cómo. Al final hemos salido y vuelto a entrar por los tornos del tren y Esther ha preguntado en una Oficina del JR si nos podían ayudar. Nos han dado las indicaciones de cómo llegar al hotel y nos han explicado qué camino teniamos una oficina de turismo.

Os dejo unas fotos de nuestro nuevo barrio





Al llegar Esther ha asaltado a una señorita con todas las preguntas que tenía preparadas y ella diligentemente se las ha resuelto. Después hemos tomado camino al hotel que estaba a unos 10 minutos a pie y hemos hecho el check-in.

La habitación está entre la de Osaka y Kyoto. Lo curioso es que tenemos una lavadora/secadora dentro de la habitacion.





Dado que hoy no íbamos a hacer mucho porque a aqui todos los museos, templos o monumentos cierran sobre las 17:00, hemos decidido cambiar nuestro programa e ir a Ikebukuro. Este barrio no es de los mas vistados de Tokyo pero yo tenía especial interés debido a un anime que he terminado hace poco, Durarara!!. Aqui hemos subido al edificion Sunshine City,  que por lo visto fue el primer rascacielos de la ciudad y además está construido sobre una antigua prisión donde ejecutaron al primer ministro que ordeno el ataque a Pearl Harbor (si quereis saber más seguir los enlaces del rascacielos). En el piso 60 hemos disfrutado de una vista panoramica de la cuidad a ritmo de samba. Por lo que se ve han montado una exposicion sobre "La Samba" en el mirador, por el hermanamiento con Brasil.



También hemos estado en un edificio de anime y manga de 9 plantas (Animate). Menos mal que está todo en japonés y eso reduce al mínimo mis opciones de comprar algo.

Aqui os dejo unas fotos de Ikebukuro, incluida una de Esther dudando si hace bien el gesto molon de los japoneses




Depués de la decepción de ver tanto manga y no poder comprarlo, he convencido a Esther para subir al centro de bateo de unos recreativos que están al lado.  No sé si los habeis visto alguna vez pero son una especie de jaulas donde un maquina te lanza una bola de baseball y tu tienes que batearla. Las jaulas se dividen por velocidades. Yo al ve que unas chiquillas golpeaban tranquilamente bolas a 90 km/h he decidio que seguro que podía mas y me he metido en la de 100 km/h (por no arriesgar). ¡Craso error! No he dado a casi ninguna bola.



Para terminar el día, una pinta de Guiness en un pub cercano, por variar un poco


Os sorprendera que haya  escrito tanto pero es que estoy esperando a que termine la jodida lavadora/secadora para sacar la ropa porque mi adorada mujer me lo ha mandado. Todavía le queda media hora y ya es la 1:30.
...
...
...
...
¡Por fin! Hasta mañana.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Mencion especial: Probar la carne de Kobe

Buenas. He querido hacer una mención especial a nuestra cena de esta noche. Hemos ido a cenar carne de Kobe a un restaurante cercano que nos habían recomendado.

Hemos llegado al restaurate y nos han metido un poco de prisa para elegir el menús. Se supone que cerraban a las 10 y la cocina a las 9.30. Hemos llegado a las 8.50 y no lo hemos entendido muy bien pero visto el resultado lo hemos agradecido. Hemos pedido un menú que constaba de:
  • 150 gr de Kobe
  • Un aperitivo
  • Una ensaladita
  • Acompañamiento para la carte
  • Postre
Para maridar yo me he pedido una cerveza y Esther un vino tinto.

Cuando me refiero a que lo he agradecido es que el menú eran 18.000 ¥ que viene a ser unos 170 € (a añadir la bebida y el IVA) al cambio, y si nos descuidamos pedimos dos, dada la escasa cantidad que te ofrecen en el menú.

Depues ha venido un cocinero muy simpático y nos ha presentado nuestro "Bocatto di cardinale" (lo que hay al lado es ajo laminado).



  
Mientras disfrutábamos de nuestro pequeño aperitivo de láminas de salmón con pesto, el cocinero nos ha estado enseñando su maestría con la parrilla.


Tras el show y de repartir milimétricamente el filete y las verduras en dos mitades casi exactas hemos podido disfrutar de la carne de Kobe. Despues ha frito brotes de soja con el resto de la grasa del filete haciendo que ésta adquiriese el sabor de la carne (siendo malo, creo que es para que te llene algo el menu).

Mi veredicto personal es que aunque está deliciosa no ha logrado superar a mis queridos chuletones de San Sebastián. De momento, para mí, el Saltxipi tiene el nº1. El Kobe es una carne que a mi parecer sabe demasiado a grasa. Es verdad que se deshace en la boca pero para mi gusto le falta el sabor característico de la carne. No se cómo explicarlo mucho mas ya que se supone que lo que da un buen sabor a la carne es la grasa y, si lo veis antes de pasarlo por la parilla, la carne esta  completamente veteada con grasa que luego se deshace dandole sabor.

Mi conclusión personal es que la miel no está hecha para la boca del asno y en el caso del Kobe yo soy de "Platero y tu".




Por fin, el barrio de las geishas... y mas templos.

Nuestro tercer y último día en Kyoto. Mañana tomamos el camino hacía Tokyo.

Hoy también ha hecho un día espléndido y bastante calor. Estoy por llevar un paraguas protector del sol, como hacen aquí todas para proteger mi piel inmaculada. Por cierto, soy Esther.

Por la mañana hemos ido a Arashiyama, un barrio al oeste de Kyoto que tiene un bosque de bambú. Por ahí pasa un río que hoy no tenía muy buen color, pensamos que, debído al tifón. Este es el puente Togetsu-kyo que separa los ríos Katsura, a un lado, y Hozu, al otro.


Hemos dado un paseito por el boque de bambú, que también tenía secuelas de las lluvias.


Hemos ido buscando un tren turístico que te lleva por la montañas, pero resulta que no funciona los miércoles (prometo que esto no lo decía en mis guías y, por lo tanto, no lo podía yo saber).

De ahí, en autobús, al templo Ryoanji y su jardín zen (seco). El templo, parque y jardín fueron fundados en 1473 y reconstruido varias veces después, como todo por aquí. El jardín seco mide 30 metros por 10. No se puede pisar; es peinado diariamente por los monjes, con rayas simétrias y regulares que representan los remolinos de los ríos y las olas de los océanos. desde cualquier punto en el que uno se sitúe, es imposible ver las 15 rocas a la vez, siempre falta una.  Me encantan este tipo de jardines japoneses. Si no consigo comprarme uno me lo haré de fafricación casera cuando vuelva.


 A continuación se encontraba el jardín húmedo compuesto por un bosquecito de árboles con suelo de musgo, símbolo de la vida que no deja de crecer.


Entre los arbustos hemos contrado la fuente Tsukubai, gran piedra redonda con un agujero en el centro y cuatro caracteres esculpidos que significan: "Aprendo sólo para ser feliz". Ahí lo dejo.



Otra vez en autobus hasta el Templo Dorado (Kikaku-ji).  ¡Impresionante! Fue construido en 1397 por un shogun como casa de retiro (como otros tantos). Se convirtió en templo a su muerte. Se quemó en 1950 durante el suicidio de un monje del templo (¡!) En la reconstrucción se cubrió de láminas de oro.


Ya a las 17 de la tarde, y cerce del hotel hemos comido un sandwich rápido porque teníamos que ir a ver el Museo Municipal de Kyoto. Hemos visto una exposición de objetos japoneses tipo kimonos, láminas de papel pintado, juguetes de niños...otra exposición sobre los orígenes de Kyoto...

Por la noche hemos ido a cenar y luego al barrio de las geishas, creo que hemos ido un poco tarde porque solo hemos encontrado distinguidas señoritas de compania que no son meretrices, no confundir