En Busca del Pais del Jade

Hola chicos. Soy Esther y hoy seré yo la que os relate nuestro día por la antípodas.

Para no variar nos hemos levantado muy temprano, sobre las 6 a.m. y, tras un buen desayuno en Nelson, hemos decidido que un par de CD´s para poder escuchar por la "carretera del silencio" nos vendrían bien. Hemos optado por un par de recopilatorios variados y nos hemos puesto en camino hacia Hokitica, "El País del Jade", bajando desde el norte de la isla por la parte de la costa oeste (Mar de Tasmania, que separa Australia de NZ).

El GPS y yo hemos querido hacer una ruta algo más larga para poder visitar un par de cosas supuestamente interesantes, decisión aceptada a regañadientes por el conductor. Tras unas "pocas" curvas, ríos, puentes estrechitos y paisajes increíbles hemos llegado a donde se supone que había una colonia de focas. ¡Buscad buscad! ¡Creo que alguna hay entre las rocas! Allí Sergio se ha visto valiente y ha propuesto un baño en el Mar de Tasmania… sólo hemos conseguido meter los pies. Además, la marea parece que estaba subiendo y nos hemos calado un poco los pantalones y alguna zapatilla. La limpieza de pies ha sido otra odisea. La arena era volcánica, negra, muy fina pero muy pegajosa, así que nos hemos ido con los pies negros. Después de un breve sandwich a modo de almuerzo en nuestra casita con ruedas hemos proseguido camino.

La siguiente parada relevante han sido las "Pancakes Rocks". Según la guía "imprescindibles". Y la verdad es que son muy turísticas pero merecen la pena. Según dicen la erosión del mar y el viento ha creado estas formaciones en la costa que parece tortitas apiladas, de ahí su nombre.

Y tras 7 horas de camino para recorrer unos 300 y pico km hemos llegado a nuestro camping de Hokitica. La cena, en Fat Pipi Pizza, la he elegido yo: pizza con "chaquetes" (pescaditos muy pequeños, casi angulas). Estaban mezclados con el queso y alcaparras, y se le podía echar limón. A mi me ha gustado bastante. A Sergio no tanto, pero por fin hemos podido comer algo típico de la zona y dejar a un lado los restaurantes tailandeses, indios o japoneses.